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Antenas
Verticales de 1/4 de Onda |
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Cuando pensamos en
controlar un dispositivo a distancia a través de RF, nos encontramos con
la difícil elección de la antena apropiada y la posterior construcción
de la misma. Siguiendo reglas muy elementales y sencillas podremos
obtener una mayor y mejor llegada a los sistemas que intentamos
controlar. Para muchos la radiofrecuencia es una especie de magia
extraña y muy digna de los ingenieros más capacitados, pero eso está muy
lejos de la realidad. Tu automóvil, tu robot, tu submarino, y cualquier
dispositivo controlado a distancia llegarán más lejos con una buena
antena.Cada vez que hemos realizado un control de dispositivos en forma
remota a través de ondas de radio, siempre hemos buscado la ley
fundamental que rige las comunicaciones: “Llegar con nuestra señal, lo
más lejos posible”. |
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Muchos de estos intentos
de cuantificar una distancia útil y efectiva de nuestro control, han
traído resultados nefastos, especialmente a quienes se dedican al hobby
de los aviones radiocontrolados, por mencionar algún ejemplo. En el mundo de los aviones a radiocontrol no siempre el dispositivo remoto se
quedará quieto o se detendrá sin ocasionar daños. Muy por el contrario,
pueden llegar a actuar de forma tan impredecible, que nos arruinaría el
trabajo e ilusión de meses, en un instante.Por lo tanto, será muy
útil aprender las sencillas y elementales técnicas de construcción de
antenas, para así poder manejar los robots o sistemas inteligentes que
construyamos, mucho más allá de lo que nuestro elemental juego de
módulos de RF nos permitan por sí solos.
Para comenzar, podemos definir que un
receptor (en adelante Rx) podrá
recibir señales desde un transmisor (en adelante Tx), que estará
apropiadamente conectado mediante una Línea de Transmisión a una
Antena
o Irradiante, que trataremos de instalar a la mayor altura posible y,
preferentemente, en una zona libre de obstáculos sólidos próximos al
irradiante. Lógicamente, si es necesario, nuestro Rx también estará
conectado a una antena para optimizar los alcances del enlace
radioeléctrico. El medio que unirá nuestro equipo (sea Rx o Tx) con la
antena, será una línea de transmisión, que por su simpleza de uso y
fácil adquisición, hemos optado por usar Cable Coaxial.
Entre los cables más
populares están el RG-58 de 50 Ohms de impedancia característica y el RG-59
de 75 Ohms, muy popularizado en instalaciones de TV, a diferencia del RG-58,
que se lo conoce más por su amplio uso en el ámbito de las
telecomunicaciones y del cuál encontraremos mayor variedad de calidades
constructivas.
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Antenas: El secreto para
llegar más lejos y mejor
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Este es un punto muy importante a tener en cuenta al
momento de seleccionar el modelo de cable, ya que los coaxiles poseen
una característica nociva para nuestros propósitos y es la de atenuar
las señales de radiofrecuencia que lo atraviesen. Dicha atenuación será
directamente proporcional a la frecuencia de trabajo y a la longitud del
cable mismo. Expresado en palabras simples: a mayor frecuencia de trabajo y
mayor longitud de cable, mayor atenuación en la señal. |
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Estructura de un cable
coaxil convencional |
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Las frecuencias libres de uso, asignadas dentro del Espectro
Radioeléctrico para aplicaciones experimentales y de ensayos de enlaces
“punto a punto”, son consideradas “altas” y se encuentran en la banda
conocida como UHF y Microondas.
Estas frecuencias son 305 Mhz, 418 Mhz, 433 Mhz y 2,4 Ghz, por mencionar
algunas. Existen otras destinadas al radiocontrol de dispositivos
remotos, en otras bandas como 27 Mhz Y 72 Mhz, pero ya están en desuso,
gracias a que los pequeños módulos de UHF han venido a resolver muchos
de los problemas y limitaciones que se planteaban al momento de pensar
en un enlace vía radio.
Un cable coaxial RG-59 de buena calidad nos proporcionará menor
atenuación que un cable RG-58 común, además de ser más económico, por lo
que para nuestros fines y mientras manejemos bajas potencias en valores
menores a 1 Watt, será una elección acertada obteniendo un buen
equilibrio precio/prestaciones.
Existen tres modelos prácticos de antenas, realizables de forma sencilla, que
podemos enumerar de la siguiente forma:
* Vertical de ¼ de Onda
* Dipolo de ½ Onda
* Direccional Yagi
La más sencilla de construir, y por lo tanto la primera que
desarrollaremos, es la Antena Vertical de ¼ de Onda, también conocida
como Ground-Plane, o con el simpático nombre de “paragüitas”, en alusión
al formato que le dan los planos de tierra. En su nombre encontramos
resumida la arquitectura constructiva de esta antena, que se simplifica
en dos partes fundamentales: el elemento Irradiante, que estará ubicado
físicamente en posición vertical, conectado al conductor central de
nuestra línea de transmisión y, un segundo elemento, conformado por un
“Plano de Tierra”, donde irá conectada la malla exterior de nuestro
coaxial.
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Capacímetro Autorrango |
Dos opciones de planos a
tierra para la antena vertical |
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Mi primer receptor: TDA7000 |
Servomotores |
ON-OFF de un toque |
Amperímetro 0 - 5Amper |
Dip - Meter |
Monitor de tensión de línea |
Robot Siguelíneas |
Aprender a soldar |
LCD Serial I2C |
El
Tutorial de Televisión que ha ayudado a miles de técnicos de toda
América a aprender cada día más del oficio.
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El análisis de las
imágenes de la figura anterior, nos revela muchos aspectos de esta
sencilla, pero altamente efectiva antena. La primera observación nos
devuelve que por la posición vertical del elemento irradiante, la
radiación de energía será en forma Omnidireccional. Es decir, nuestra
señal transmitida saldrá de la antena y viajará en todas las direcciones
por igual en los 360º a su alrededor. Por otro lado, la segunda
apreciación nos dice que la señal estará Polarizada en forma vertical,
lo que significará que la otra antena que se enlazará con ésta, deberá
poseer la misma Polarización, ya que si no coincide con ella la señal
sufrirá una importante atenuación.
Un elemento irradiante montado en forma horizontal al suelo trabaja
polarizado en forma horizontal, mientras que si está montado en forma
vertical, trabaja por ende, polarizado en dicho sentido. Este concepto
que parece superfluo ahora tomará gran importancia cuando realicemos un
enlace Full-Duplex.
Otro detalle no menor es la posición que otorguemos, respecto a la
vertical, al plano de tierra de nuestra antena. Distintos ángulos de
inclinación nos proveerán distintos valores de Impedancia de la antena.
Por simple deducción, podemos tener presente que cuanto más se aproximen
entre sí los valores de impedancia de nuestra antena, con el
correspondiente al coaxil seleccionado, mejor acoplamiento obtendremos
entre ambos dispositivos y mayor será la energía transmitida hacia la
antena. O sea, menores serán las desadaptaciones que impedirán la
llegada de nuestra señal.
Esto es muy importante que lo tengamos claro para cualquier tipo de
antena que intentemos construir. Las dimensiones de los Elementos que
hacen a nuestra antena, la forma mecánica de su construcción y el medio
circundante para el emplazamiento elegido, regirán el valor final
obtenido de la Impedancia de nuestra construcción. Al ras del suelo y
rodeado de edificios, no será lo mismo que en una elevación libre de
obstáculos y con un enlace visual entre antenas de Rx y Tx
El enemigo:
Relación de Ondas Estacionarias
Una antena desadaptada, respecto al cable coaxil que la enlaza al
equipo, una mala construcción mecánica, deficiencias provocadas por el
paso del tiempo y el clima, envejecimiento de los materiales y muchos
otros factores, serán los que al cabo del tiempo irán deteriorando
nuestro sistema de antena. Este hecho se verá reflejado en una variación
de la impedancia característica del sistema conectado al equipo. Es
decir, una parte proporcional de la energía que entregamos a nuestra
antena, para que ésta se encargue de irradiarla al espacio, será
devuelta al transmisor, ya que nuestro sistema no irradiará al 100%
debido a los posibles defectos mencionados.
Técnicamente hablando, podemos decir que cuando una parte de la Potencia
Incidente, que estamos enviando a nuestra antena, retorna al equipo como
Potencia Reflejada, significa que estamos siendo presas de lo que se
conoce como Relación de Ondas Estacionarias comúnmente llamada
ROE.
ROE (o SWR en Inglés), es la relación que existe entre las
Potencias
Incidente y Reflejada y su valor está regido por fórmulas matemáticas y
conceptos mecánicos que sería innecesario explicar ahora, pero eso no
quiere decir que no sea bueno saber de la existencia de este fenómeno.
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Montajes |
Potencia incidente vs.
Potencia reflejada |
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Capacímetro
Digital |
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Cuando los valores de
ROE
son altos, corremos un serio riesgo de destruir la etapa de potencia de
salida de nuestro transmisor, ya que el mismo está pensado y preparado
para entregar energía y no para recibirla. Un ejemplo práctico y
cotidiano sería que, al intentar estornudar, te cubras la nariz, la boca
y los oídos. La energía que intenta salir no puede hacerlo en su
plenitud, retornando hacia el interior del cuerpo con el consecuente
malestar posterior. Comprendamos entonces cuán importante será leer muy
bien la hoja de datos del fabricante de nuestro Tx y Rx para conocer las
impedancias características que ellos nos recomiendan utilizar a la
salida de los módulos, para obtener el máximo beneficio de ellos.
Manos a la Obra
Para construir nuestra antena debemos conocer las medidas apropiadas que
debe tener la misma. Para el caso de la antena vertical de ¼ de onda, la
formula es la siguiente:
72/Frecuencia (Mhz) = H = L (Metros)
Conociendo esta fórmula ya podemos saber las dimensiones de los
elementos que compondrán la misma. Por ejemplo, para un módulo que
transmita o recepcione en 433,92 Mhz (los más utilizados en robótica),
la fórmula resultaría en lo siguiente:
72/433,92 Mhz = 0,1659 Metros = 16,59 Centímetros
O, lo que es lo mismo, 6.53 pulgadas aproximadamente. Recordemos que
esta medida obtenida corresponde a cada elemento, ya sea el irradiante
como cada plano de tierra que utilicemos.
Ahora es el momento de decidir con qué materiales construiremos nuestra
antena y cualquier material metálico puede sernos útil para éste fin. Cobre,
hierro, aluminio, zinc, bronce y/o cualquier otro que tenga propiedades
conductivas y posea la rigidez mecánica suficiente como para entregarnos
una construcción robusta, firme y duradera. Eso siempre quedará a
criterio de cada uno de ustedes y lo realizarán con los elementos que
posean al momento de la construcción.
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Detalles constructivos de
una antena vertical de 1/4 de onda |
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Otra opción es seleccionar
con antelación los materiales y acopiar los mismos de a poco a los
efectos de realizarla con materiales seleccionados especialmente. Por
ejemplo, buenos aluminios, buenos soportes, buenos mástiles, etc.,
evitando realizar una construcción que resulte endeble y poco duradera.
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Conector UHF hembra
(SO239)
Conector UHF macho (PL259)
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Puede observarse en el
gráfico que, a partir de un conector UHF Hembra, conocido como SO239,
podemos armar nuestra antena. Los planos a tierra podrán ser soldados a
los orificios que posee el conector hembra, que nos servirá de base
constructiva y doblados suavemente hacia abajo, dándoles un ángulo a los
elementos (planos de tierra) de entre 30 grados (mínimos) hasta 60
grados (máximo).
Al terminal de conexión del conductor central, en el conector macho, le
soldaremos el irradiante (la varilla que quedará en posición vertical),
o se la adosaremos mecánicamente de la forma que creamos más
conveniente, efectiva y firme.
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La llegada de la señal a
transmitir o el envío al receptor de la señal captada, se logra a través
del coaxial que recorre internamente el mástil de plástico o cualquier
otro material aislante para terminar en un conector PL259 roscado con
fuerza a nuestra base original de construcción, que es la hembra SO239.
Una sencilla abrazadera de material inoxidable para fijar mecánicamente
los conectores, concluyen una rígida y duradera construcción.
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La antena terminada y
montada en el mástil |
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Consideraciones Finales
Una vez finalizada la construcción, si hemos comprendido y seguido las
instrucciones vertidas hasta aquí, estaremos listos para conectar
nuestra/s antena/s a los módulos que estarán instalados en nuestros
sistemas microcontrolados. Lo primero que haremos es tratar de dotar a
la instalación de nuestro sistema irradiante (recordemos que se llama de
igual forma sea para Tx cómo para Rx), de la mayor altura posible y
alejada de obstáculos circundantes que impidan la correcta emisión en
algún sentido y que puedan afectar la impedancia del sistema
provocándonos
ROE.
Un aspecto importante a recordar es que el coaxil utilizado en la
realización, posee una determinada atenuación a las señales de radio, la
que es proporcional a la longitud de sí mismo, por lo que para las
frecuencias de UHF y para los módulos comerciales de algunos pocos
miliwatts de potencia, no podremos abusar de la cantidad de metros que
utilicemos. Aproximadamente entre 5 y 10 metros, será una buena relación
entre longitud/atenuación de señal y los resultados obtenidos en cuanto
a radio de cobertura serán más que sorprendentes.
Siempre querremos llegar más allá. Sólo nos falta darnos cuenta, dónde y
cómo utilizaremos esta antena simple pero que nos hará ganar muchos
metros en nuestro enlace de mando. Si con módulos originales sin antena
o con algún trozo de cable sencillo lográbamos varias decenas de metros,
ten por seguro que con antenas exteriores esta distancia puede llegar a
ser de varias centenas o más.
Esto significa nuevos horizontes en la aplicación y uso de módulos de
UHF, en dispositivos enlazados vía radio.
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Indice de montajes
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